miércoles, 4 de junio de 2014

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Cuando sentía los pies fríos, usaba calcetines. Guantes, cuando sentía frías las manos. Él le hacía falta cuando se le helaba el corazón... Entonces, lo echaba de menos.
Por esto, le dolía el pecho durante las noches, tanto que a veces lloraba. Dejó de salir a la calle en invierno, por miedo a resfriarse. Se pasaba todo el mes de diciembre bajo las mantas, del uno al treinta y uno, una vez más, debido a su ausencia.
Cuando él dijo "se apagó la llama", no imaginaba que hablase de algo tan literal.

2 comentarios:

  1. Buf, leyendo esta entrada me vino un escalofrío por dentro... qué bien escribes! o_O

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  2. ¡Muchísimas gracias, Laura! Me halaga muchísimo que hayas sentido eso, espero que el resto de mis entradas provoquen en ti un efecto parecido, muchos besoosss

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