domingo, 21 de julio de 2013

Bienvenido.

Tú y yo somos iguales. Nos aferramos a amores imposibles porque somos demasiado cobardes como para abandonar la acogedora sensación que nos da estar enamorados. Y no hay nada más fácil que enamorarse de un imposible.
Porque controlamos todo en nuestro interior, un sólo segundo nos basta para formar veinte historias, a cada cual más encantadora. Y podemos soñar con mil reencuentros, y sentir el mismo primer beso de mil maneras distintas, y colocar tantos escenarios de fondo, y siempre nos resulta tan perfecto. Podemos seguir escuchando canciones tontas de amor y colocar un rostro mientras suenan las notas, y dedicarlas en secreto. Son tantos ideales, tantas maneras de imaginar una relación perfecta, que no hacerlo nos parece estúpido. Sobre todo cuando nos es tan necesario.
Tú y yo somos igual de cobardes, e igual de soñadores, pero también somos de los más fuertes. No nos hace tanta falta ser amados como amar locamente. De ahí nace nuestra necesidad, tenemos que enfocar nuestra atención en algo, en alguien. Tenemos que llenar la mente con imposibles, porque lo posible de la realidad que nos rodea es tan aburrido, tan predecible, tan simple, que no nos basta. Los imposibles ofrecen tantas posibilidades... Y entre ellas está la posibilidad de dejar de sentirse triste. De olvidar lo mal que salió todo hace dos días, dos meses, dos años, dos siglos. Vivimos así, emborrachándonos el pensamiento, tragando y tragando futuros distintos para borrar el pasado que nos enfermó el alma.
Ni tú ni yo vamos acorde al resto. Ni a ti ni a mi nos llena nada de lo que hay aquí; nos hemos visto obligados a crear nuevos universos.
Lo malo es cuando se nos va de las manos, y querer se convierte en obsesión, y mezclamos realidad con ficción, y nos olvidamos de que a veces la vida da giros que pueden gustarnos. Pero nos quedamos atrapados en ese bucle adictivo que se crea con cualquier amor imposible.
En fin, aquí tienes tu tarjeta, bienvenido al laberinto de los sueños por cumplir.


No hay comentarios:

Publicar un comentario