miércoles, 9 de noviembre de 2011

Lucha.

Y hazlo todo el tiempo. Jamás bajes tu arma, ni te desprendas de tu escudo. El campo de batalla te pertenece, no lo olvides. 
Repasa día a día tus mejores movimientos, tenaces, limpios, mortales. En cada gesto se manifiesta la fuerza a modo de arte.
Cae, muerde el polvo, y saborea la inconformidad de la derrota. Ansía a más, y después vence.
Que eso de conseguir el éxito no sólo sea tu meta, también tu rutina. Tu hermosa rutina.
Emoción para desayunar, la adrenalina a modo de almuerzo, y la satisfacción como cena. Después sueña con algo mucho mayor. Jura, ante el alba, que te comerás el mundo.
Lucha, lucha, lucha. Y no pares, nunca. Que ni se te pase por la cabeza. Instinto de supervivencia en su máximo esplendor, la famosa ley de la selva.
Que aquí el que no corre vuela. Vivimos tres días, y llevamos dos.
Tu brillo es la envidia de las estrellas. No vales menos que nadie. Todo saldrá bien, sin problemas. 
Tu vida no será una condena. No mientras puedas remediarlo.
No mientras esté en tu mano el destino para el que te has preparado.


Lucha, lucha, hazlo. No preguntes por qué. Pronto tú mismo averiguarás la respuesta ;)


1 comentario:

  1. que bonito, simplemente me encanta.. te sigo desde ya y me encantaria que te pasases por mi blog y si te gusta me sigas :)
    http://vidaconstantetraficodesonrisas.blogspot.com/

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