miércoles, 3 de octubre de 2012

Pero no puedo competir con la loba que ha tomado el control de mi.

El instinto me incita a huir... me susurra en el oído que debo echar a correr ahora mismo, para evitar ser capturada una vez más. Fue un pasado duro... y salvaje, lleno de hazañas que contar. Y, sin embargo, quisiera olvidar más de la mitad de ellas... 
Fueron tantas las caídas, y las heridas... no te haces una idea de la cantidad de veces que tuve que arrastrarme por los caminos del frondoso bosque con una lanza clavada en mi lomo. Si algún día quieres descubrir tales senderos, sólo debes dejarte guiar por el rastro de sangre que dejé. 
Busqué aire puro que me sanara muchas veces, demasiadas. Aullé a la luna otras tantas, suplicándole que acabara de algún modo con la terrible soledad que invadía mi vida, y a veces sentí paz mientras su luz blanca bañaba mi cuerpo. Sólo a veces.
También maté, y no me siento orgullosa. Supongo que era inevitable... forma parte de mi ser, y en el fondo sé que sólo lo hice para sobrevivir. Llevo toda una vida sobreviviendo, luchando, aprendiendo a salir adelante en este mundo injusto. Créeme si te digo que he aprendido mucho... quizás más de lo que debería. Pero en un ambiente tan hosco como aquel en el cual me crié, saber mucho nunca es suficiente. 
Y ahora vienes tú a tirarme todo por los suelos, que vienes de Dios sabrá dónde, sin duda alguna, de alguna tierra lejana y ajena al mal del mundo. Apareces y dices que me quieres... es un amor tan magnético y real, que casi puedo detectarlo con mi olfato. No sabes cuánto me asusta eso...
Porque ¡fueron tantos mis desencantos! ¡mis penas! ¡mis llantos! ¡mis temores! ¡mis decepciones, fueron tantas! 
Dices que me amas... y yo me pregunto qué puedes haber visto tú, extraño forastero, en estos ojos amarillos míos, que no pudo ver nadie más. 
Quiero aferrarme, corresponderte, de verdad quiero quedarme junto a ti, pero mi instinto salvaje no me lo permite. Me he vuelto una desconfiada malherida, una asesina que sólo ansía recibir algún día el perdón. 
Eres tan parecido a lo que una vez pedí tener que ya no puedo permitirme el lujo de perderte. Porque, querido, todo en esta vida se pierde. Ni siquiera la vida es eterna. Por más que lo piense, mi apaleado corazón me dice que debo marcharme antes de que resulte dañado...
Sé que me amas, y que yo te amaría incluso más... si pudiera, si me diera permiso a mi misma para hacerlo.
Lo siento, quizás no nací para esto, y me destroza por dentro admitirlo... Algún día se secarán las lágrimas que ahora se deslizan por mi rostro ante la idea de dejarte atrás, algún día dejaré de arrepentirme de la decisión que he tomado, algún día dejaré de imaginarme a tu lado... Algún día. 
Perdóname, pero no puedo competir con la loba que ha tomado el control de mi.


(No es una traducción)

4 comentarios:

  1. Wow! Increíble... ¡Me ha encantado! Y la canción también... ¿Te inspiraste en ella no? ¡Sigue escribiendo, besos!

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  2. Muchas gracias, Anuskaah! Si, me inspiré en la canción para escribir la entrada, la verdad es que el tema me gusta mucho jaja :P un besazooo <3

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  3. Jja te lo mereces! El otro día escuché esta canción en la radio y me acordé de ti jaja :)

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