No, mi vida no es perfecta. A veces, sólo a veces, lo ha sido, durante pequeños momentos pude atisbar un ápice, un destello en medio de la oscuridad. Sin embargo, la presencia de dichos espacios de tiempo en los cuales la vida me ha parecido perfecta no convierten la totalidad de mis días en ideales. Como todos, he tenido mis más y mis menos y, también como todos, he cometido un grave error. He llegado a pensar que los malos aspectos permanecerían por encima de los buenos. He llegado a pensar en la idea de que el pasado fue mejor de lo que podrá ser mi futuro. Y no saben hasta qué punto me he equivocado al pensar así.
Sí, es cierto que hay determinadas cosas que no me satisfacen ni me llenan, cosas que me gustaría cambiar, al igual que otras tantas con las cuales estoy totalmente complacida, y es que, como ya he dicho, mi vida no es perfecta, y aún puedo mejorar en tantas facetas que ni siquiera pienso enumerarlas. Aún así, estoy conforme con lo que hoy soy, con lo que hoy sé, y con lo que hoy hago.
No, no niego que a veces me gustaría volver atrás, no negaré que echo de menos muchas cosas y que si pudiera volver a vivir muchas situaciones, les daría más valor ahora. No negaré que cuando recuerdo, se me haya escapado un suspiro, una lágrima, o un pequeño signo de tristeza al ser consciente de que ya nada de eso volverá. No, no negaré lo evidente. Pero tampoco diré que cambiaría algo de lo ocurrido, porque sé que hoy soy lo que debo y quiero ser.
Porque sí, sí, es cierto: soy feliz así. Porque la vida es demasiado corta como para desperdiciarla preocupándome sin motivo, y lamentándome. Sí, he hecho lo correcto, lo que era necesario para mi y para todos, he hecho lo que debía y lo que quería al fin y al cabo. ¿Sabes una cosa? Tampoco me salió tan mal. Te diré una gran verdad: todo vuelve a su cauce. Todo estará donde tiene que estar. Todo tiene un sitio en este mundo, tú y yo lo tenemos, y estaremos allí donde nos merezcamos un hueco. Y yo no me puedo quejar del sitio que me ha tocado, es más, me siento privilegiada; soy más sabia que ayer, y creo que sólo la sabiduría podría llevarme por el camino correcto el día de mañana. Por lo tanto, las experiencias, buenas y malas, me han ido colocando en un lugar seguro teniendo en cuenta la peligrosidad de este mundo de locos.
A lo largo de mi camino, conoceré a muchas personas, querré a tantas como pueda, y perderé a tantas como quieran dejar de quererme. Es inevitable. Pero ninguna jamás borrará mi sonrisa.
Sé que pase lo que pase, seré feliz, estoy segura. Sé que cualquier cambio, tarde o temprano, será para mejor.