Wasting time again.

A veces me pasa que me gustaría estar haciendo cualquier otra cosa que no fuera la que estoy haciendo en ese mismo momento. A veces me ocurre que pienso en lo estúpida que soy mientras pierdo tan valioso tiempo. Y también me acuerdo de las miles experiencias que no viví, por estar haciendo cualquier otra cosa. De la cantidad de segundos felices que no sentí, por estar sufriendo en vano horas y horas, o contemplando el Sol pasar ausente.
Pero hace un tiempo que me pasa lo que me está pasando, y es que siempre recurro a ti como mi plan alternativo, y es que cualquier instante está siendo desaprovechado si no lo estoy compartiendo contigo.
Pero hace un tiempo que mi mente no evoca mejor sabor que el de tu tierna boca, ni mejor sensación que sentirla. Que sólo busco toparme con esa mirada tan magnética y poderosa, disfrutar de ella hasta que me inunde, hasta que sea imposible aguantar su peso un minuto más... hasta observar con mis propios ojos el brillo de la vida, reflejado en los tuyos hipnóticos.
Y es que hace un tiempo que cualquier olor es rechazado por mi olfato, que tan sólo me vale tu perfume, que tan sólo me embriaga tu esencia.
Y hace un tiempo que descubrí que nadie nunca podrá superarte, que la perfección de tu persona es la única existente, la única pura, la que apasiona, la verdadera, la realizable.
Hace un tiempo que acepté mi adicción a tus suaves caricias, mi adicción a ti y tu manera de sonreír, de mirar, de pensar, de reír, de cantar, de soñar, de querer, de ser, de vivir.
Éstas son las razones de mi desprecio hacia la vida más allá de todo eso, hacia el reloj y sus sucias trampas, que acorta nuestros momentos, que alarga la añoranza, que se niega a ser eterno a pesar de mis plegarias.
Éstos son los motivos por los que hace un tiempo, desde aquél extraordinario veinticinco, se quedó corta la palabra infinito. ºº