miércoles, 15 de mayo de 2013

Te adoro.

Te quiero y te amo por infinidad de motivos, la gran mayoría relacionados con tu manía de ser perfecto y hacerme sentir un verdadero ideal, pero la razón por la cual te adoro podría resumirse en un punto concreto.  Eres de esa clase de personas que le hacen falta al mundo. De las que siempre tienen una sonrisa que mostrar, una broma que decir, un beso que dar, eres de esa clase de personas que sirven de excusa para alegrarte el día. Aportas todo lo que el mundo necesita en estos tiempos locos, donde la capacidad de amar escasea y ya hasta resulta difícil también dejarse amar. Pero es que con sólo mirarte a los ojos uno cae rendido al encanto de esa inocencia, de esa dulzura, que se envuelven en un halo de misterio, y todo se presenta danzando alrededor de tu cuerpo, se desliza, todo emerge y estalla. Eres un torbellino de sentimiento que sólo puede causar fascinación. Qué remedio me queda sino adorarte.
Y me sacias aún siendo insaciable, me calmas y cómo no, me sorprendes. Eres como ese día cálido y despejado en pleno diciembre, como esa canción especial que suena de pronto en la radio, eres el primer chapuzón del verano, y ante todo, eres todas y cada una de esas obras de arte que emergen durante los momentos más oscuros de la historia.
Único, especial, necesario, eres tú. Tú, tú, eres tú en todas tus formas, eres tú a cada minuto y siendo tú, sólo puedo adorarte. 



sábado, 11 de mayo de 2013

Impossible.

Todo el mundo reconoce el encanto que guardan los amores imposibles. Yo diría que todo se reduce al subidón de adrenalina, el paso de 0 a 100 en una fracción de segundo, cuando una sonrisa o mirada valen más que mil cartas de amor y todo esto es excusa suficiente para implicarnos de nuevo, aunque parezca, precisamente, imposible conseguir algo más que todo esto. El amor imposible es el amor contradictorio. Es el amor más conformista y el más avaricioso. Es también el más insano, rozando lo autodestructivo, ya que crea una dependencia extrema a algo inexistente. Como resultado de esto, el enamorado nunca puede sentirse saciado. Porque lo cierto es que nadie puede depender de alguien que no le corresponda de la misma manera, o incluso de alguien a quien no conoce. Pero por algún extraño motivo, ahí está el amor imposible, cobrándose víctimas desde hace tanto tiempo como soñadores ilusos hay en este mundo.
Pero, ¿sabes una cosa? Los amores imposibles no se superan, no se olvidan, no se entierran nunca. Un amor imposible es una herida siempre abierta. Los amores imposibles no se sustituyen, porque nadie puede sustituir a nadie, y porque todo fue especial, único, intenso, todo fue como fue porque era imposible. La incertidumbre de lo que no pudo ser siempre estará, y esto es inevitable. Quizás, se deba a que los ideales nunca se destruyeron, a que los sueños e ilusiones permanecen intactos, de alguna forma congelados en el tiempo. Por más que te esfuerces en negarlo, se trata de algo irremediable.
El truco está en aceptar que hay algo mejor. No será igual, pero eso no significa que no merezca la pena ni mucho menos. De hecho, es probable que obtengas todo aquello que una vez anhelaste y que te maravilles descubriendo todo lo que creíste que no existía. Sintiendo tus sueños realizados. Vas a ser feliz en el momento en que dejes de imaginar para vivir, justo en el instante en que abras los ojos, dejes de engañarte y salgas en busca de lo que mereces.
Todo el mundo reconoce el encanto que guardan los amores imposibles, y yo no lo niego. Sólo digo que todo el mundo tiene derecho a vivir un amor real.

martes, 7 de mayo de 2013

Siempre tú.

Cuando me preguntan cómo me veo dentro de diez años, por alguna razón que no acabo de comprender del todo, me imagino a tu lado. Incluso en las peleas, incluso en esos momentos aburridos, incluso no haciendo nada en absoluto, tú estás por ahí. 
Quizás sea porque no me imagino en otros brazos que no sean los tuyos. ¿Sabes una cosa? Me encanta cuando me rodeas con ellos, y mis ojos se quedan apenas asomando sobre tu hombro y me encanta el olor de tu camiseta en ese mismo instante casi tanto como refugiarme después en tu cuello, acariciarlo con mi nariz y darte el beso más delicado que pueda darse. Me imagino, también, acariciando tu pelo con todo el amor que puedo demostrar. Pienso en ese sonido que forman nuestras risas al unísono inundando cualquier espacio. Pienso en ti, y pienso en casa. Tu alma me acoge, me protege, me da la misma seguridad que proporciona cualquier hogar. Me imagino mordiéndote a ratos, como hago ahora. Me imagino viviendo cada uno de tus recovecos, y descubriéndote en todas tus formas. Te imagino, porque imaginarme implica inevitablemente verte también a ti.
Siempre serás mi imprescindible, aquello que quiero encontrar cada mañana, con quien quiero compartir cada noche, eres aquello en lo que voy a volcarme cada segundo. Siempre tú.

25.01.2012...