viernes, 26 de abril de 2013

Por muy extraño que parezca.

Tengo una manera muy extraña de demostrar cariño. En fin, para qué mentir, yo en mi totalidad me considero bastante extraña, pero no pienso que con este adjetivo esté, de alguna manera, despreciándome a mí misma. El único inconveniente de ser extraña, es que nadie entiende tu extrañeza. O casi nadie. Bueno, al menos, estoy segura de que nadie me entiende todo el tiempo.
Pero entre mis muchas peculiaridades, destaca con diferencia mi manera de demostrar cariño. No hablo de muestras de cariño convencionales, como pueden ser un beso o un abrazo, que por supuesto también los doy (aunque de mí sea más común recibir una mordida cariñosa), sino de muestras de amor sincero. 
A diferencia de la mayoría de las personas, a menudo se me olvidan algunas fechas o detalles supuestamente importantes. Y no me malinterpreten, yo soy la primera que adora celebrar aniversarios, es sólo que valoro más otras muchas cosas del día a día. Tampoco soy muy buena haciendo regalos, a diferencia de muchas personas que parecen haber nacido con alguna clase de don que les permite acertar siempre en esos asuntos, a los cuales, debo admitir, envidio un poco en muchas ocasiones.
Hay un comportamiento clave en mí, con el que descubrirás si realmente te aprecio o no. Es simple: lloraré con tu llanto, reiré con tu risa, y en tu flaqueza sacaré todas mis fuerzas para cedértelas; pero nunca pediré nada a cambio. Pero sobretodo, siempre te seré sincera. Siempre. Porque valoro la sinceridad por encima de todo, y no dudo en corresponder a la gente que quiero con lo mejor que puedo darles. 
El día en que ignore una sola de tus lágrimas, el día en que silencie tu risa, el día en que observe indiferente cómo te hundes y no mueva un sólo dedo por ti, duda seriamente mi cariño. 
El día en que te mienta, dalo por perdido. 
Y no me juzgues cuando se me olvide tu color favorito, o hasta el día de tu cumpleaños. Por favor, no te enfades cuando te conteste mal o incluso cuando te niegue un abrazo. No te alarmes, porque quizás no estaré siendo perfecta, ni siquiera estaré siendo correcta. Estaré siendo yo, mi extraña yo, pero te estaré queriendo, y así lo haré.
Lo mejor de todo es que ni siquiera hace falta que entiendas todo esto para que te quiera. No hace falta que te lo explique para que, de un modo u otro, sepas que te sigo queriendo. Porque si quiero de verdad, quiero mucho... por muy extraño que parezca.


viernes, 19 de abril de 2013

Sobre mí.

Siempre fui de esa clase de personas que sienten curiosidad por todo aquello que les rodea. De esas personas que no pueden vivir con una incógnita, toda duda debe ser aclarada y cuanto antes, mejor. Siempre quise saber, hasta sobre aspectos que no me interesaban demasiado, incluso de cosas que nunca me iban a servir, simplemente por el placer de descubrir algo nuevo. Siempre quise saber de todo. 
Pero, ¿sabes una cosa? Hay algo que nunca he querido conocer, un pensamiento que prefiero ignorar. Probablemente se trate de esa excepción que tienen todas las reglas universales. De una manera u otra, no soporto la idea de estar sin ti. Y ni siquiera he vivido algo parecido a perderte, pero si aún duele cada vez que te despides, sabiendo que te volveré a ver, juro que tu ausencia me consumiría por completo.
Y no, no quiero saber lo que pasaría sin ti en mi vida, ni lo que sentiría, ni lo que diríamos, ni lo que ocurriese después ni nada en absoluto. Porque no necesito saberlo, y no quiero saberlo.
Sobre mí puedo decir que siempre fui una pequeña curiosa, y que siempre, y digo siempre, querré estar junto a ti.



miércoles, 10 de abril de 2013

-

"Eres preciosa. Sé que ya te lo habrán dicho tantas veces que habrás perdido la cuenta, pero esta vez quiero que sean mis labios los que te digan lo preciosa que eres. Porque lo eres hoy, y también mañana. Porque incluso cuando te mires al espejo y te odies a ti misma, seguirás teniendo ese algo que me encanta y que te hace la persona más bella que he visto. Probablemente, durante esos días, todos los "preciosa" que te hayan dicho anteriormente te parecerán halagos sin valor, ni siquiera los tendrás en cuenta. En ese entonces, mi "eres preciosa", se volverá también vago y superficial en tu memoria.
Sin embargo, no es entonces cuando quiero que me tengas en cuenta. Ni siquiera te pido que te acuerdes de mí mañana, porque no lo harás. Porque no soy importante. Pero eso da igual.
Porque, aun siendo tan increíblemente fascinante como eres, algún día estarás sola. Aunque estés rodeada de millones de personas, te sentirás sola. Aunque todos te admiren, y te digan un millón de cosas más bonitas y poéticas que un "eres preciosa", vas a sentirte sola. Es entonces cuando quiero que me recuerdes, cuando hayas olvidado quién eres, cuando no sepas lo mucho que vales, recuerda que hay alguien por ahí que sigue pensando que eres preciosa, alguien que lo va a pensar siempre, alguien a quien le parecerás hermosa incluso cuando no pueda verte al encontrarte sumida en la tristeza más oscura. Recuerda que ese alguien soy yo. 
Y ni me nombres, ni me mires, ni me busques si no te hace falta, porque no lo pretendo. Sólo quiero serte útil alguna vez, y que algún día reconozcas la sinceridad, la simpleza y la profundidad de mis palabras. Porque hoy, ahora, te estoy viendo. Te miro, te conozco, te pienso. Y eres preciosa.
Eres preciosa."