jueves, 25 de agosto de 2011

Pero eso ya es historia...

Hubo una época, no hace tanto, según el calendario. Hace siglos, según yo. Pero al fin y al cabo eso no importa.
Pues eso, que hubo un tiempo en el que la chica que está aquí, ahora, era algo así como una pompa de jabón en un jardín de cactus. Rara comparación, pero creo que servirá.
Débil. Pequeña. Insegura.
Las despiadadas palabras de la multitud: cuchillos, afilados, amenazantes en mi cuello.
Y el espejo era mi mayor enemigo. ¡Ahí se hallaban todos y cada uno de mis defectos, mis imperfecciones! ¡Se mostraban tal cual frente a mi! ¡Malditos! Aflorando así mis temores...
Yo solita creándome limitaciones innecesarias.
Y es triste pensar que no das la talla.
Porque todos eran mejor que yo, más guapos, más listos, más ágiles, más simpáticos...
Comparaciones estúpidas.
Hubo un tiempo en el que tenía miedo de ser quien era. De que a nadie le gustara esta pequeña soñadora que se revolvía, buscando una escapatoria, bajo mi piel.
En el que no era capaz de sentirme a gusto, y aislarme de todo con un par de cascos y tres notas bien entonadas significaba la paz, la tranquilidad, el descanso.
Oh, qué días...
Qué pasado...
Tan terriblemente mediocre.
Pero eso, queridos lectores, ya es historia. Un mal capítulo en lo que viene a ser el libro de mi vida.
Sólo queda el amargo recuerdo de los abundantes errores que cometí.
Y es que a veces ocurre que decides abrir esos preciosos ojos que tienes en tu hermoso rostro para mirar el mundo, y te das cuenta de lo que realmente te mereces.
De que es mucho más agradable sonreír. De lo bien que sienta soltar carcajadas en buena compañía.
Y comer lo que te plazca sin pensar en calorías. Columpiarte en el parque como cuando eras una pequeñaja, y notar el aire cuando te envuelve. Gritar bien alto la canción que adoras, y que se convierta en tu himno.
Disfrutar de los rayos de sol cuando te rozan la piel, y también de las gotas de lluvia que caen sobre tu cara; de la calma de la mañana, del ruido de la noche; de salir a montar en bicicleta en chándal, e ir a una fiesta con un par de tacones; de una película de comedia, y otra llena de drama.
Sin complejos, ni ataduras.
Hablar sin segundas intenciones.
Decir y hacer lo que te de la gana sin pensar en la reacción que tendrá un montón de gente a la que no le importas lo más mínimo.
¡¡Vivir como te plazca, como creas que debes hacerlo!!
Y caerte mil veces, hacerte daño... mucho daño. Pero también elevarte hasta el cielo, más ligera que una pluma.
Mirar tu reflejo y toparte con un indescriptible brillo en los ojos.
Exacto.
No sabes hasta qué punto me alegra decir que todo aquello... ya es historia.


viernes, 19 de agosto de 2011

Tengo una mala noticia...

... no fue de casualidad... ♪♫ Jajaja (Si no acabo la frase, reviento)
Bueno, pues l@s que realmente sigan este blog y estén al tanto de lo que publico, sabrán que no hace mucho hice una entrada, titulada "Propuesta".
En ella les contaba a tod@s que tenía pensado escribir una típica (aunque no tan típica) historia adolescente, y también puse un pequeño resumen.
Vale, pues... lo siento mucho, pero no va a ser así. Verán, últimamente he estado un poco-bastante ocupada, y lo he ido dejando un tanto apartado.
Quizás lo retome en un tiempo. Puede también se hayan dado cuenta de que no he publicado nada, pues es por lo mismo jeje.
Espero no haberles decepcionado, ¡intentaré pasarme por aquí con más frecuencia!
Me disculpo, otra vez: ¡¡Perdóóóón!!


lunes, 8 de agosto de 2011

Más allá de mi máscara...

... encontrarás todos mis defectos. Tras el maquillaje que esta noche me he molestado en ponerme, lograrás ver todos y cada uno de mis rasgos, tal cual son, los hermosos y los horrendos. Además descubrirás los pequeños rasguños, y las grandes heridas que un día azotaron mi alma.
Lo que odio, lo que amo, lo que pienso, lo que siento.
Más allá de una máscara, de mi máscara, de esta careta vieja que un día decidí colocarme, y que hasta ahora ha logrado protegerme de muchos chulos y víboras variadas, sabrás si cuando te sonrío lo hago desde el corazón, o es solo por pura cortesía.
Las miradas tristes, nostálgicas, inseguras, extrañas, de odio ... aquellas que no son típicas en una dulce, alegre, correcta, y pequeña princesita.
Y cuando mires atentamente mis labios, los de verdad, los que besan de corazón y te elevan hasta el punto de tocar el cielo, no sólo serás capaz de apreciar las antiguas pasiones, amores y demás; también las palabrotas, los insultos y todo tipo de frases que, quizás, nunca debieron ser pronunciadas. Podrás sentir mi vida en suspiros. Mi realidad en todo su esplendor.
Más allá de mi máscara, sentirás latir fervientemente mi corazón debido a la proximidad de tu rostro, y cómo se acelera ante el simple hecho de mencionar tu nombre.
Notarás que soy capaz de amarte como nunca nadie igualaría, cuando descubras mi verdadero ser.
Sí, lo haré, te querré con todas las células de este apaleado cuerpo, durante muchísimo tiempo.
Todo el que me sea posible.
Así que... hazme un pequeño favor: libérame. Déjame ser yo misma.
Rompe en mil pedazos esta maldita celda.
Arranca a besos este pedazo de cartón que llevo en mi cara.
Y enséñame a volar.



lunes, 1 de agosto de 2011

Cuando menos esperas.

La vida es tan juguetona. Da muchísimas vueltas, a veces demasiadas.
Y pasa aquello que nunca pensaste. Exacto, lo que tienes en mente ahora mismo, vale, pues ocurre de repente.
Hay veces que no te lo imaginas. Nunca te ha dado por pensarlo, pero pasa, y no te importa. Otras, lo llevas deseando lo que para ti es media vida, y cuando decides pasar página, un tiempo después, estás justo donde querías estar.
También ocurre que se cumplen tus sueños, y resulta que eso es lo peor que te podría ocurrir. 
Porque uno debe tener cuidado con lo que desea.
Y, cómo no, esas veces en los que tus expectativas se cumplen y, sin embargo, nada. No te importa, no es lo que esperabas, ya no sientes aquello que antes habría sido capaz de mover montañas.
¿Ves? ¿Cómo las cosas cambian cuando menos esperas?
Y, aunque lo intentes... me temo que debo advertirte: de que jamás podrás anticiparte al futuro. 
Nunca sabrás lo que se te viene encima hasta que estés metida de lleno en el asunto.
¡Y quién sabe si mañana todo podría dar un giro! Estas sentada, y tu mundo cambia de repente. Suena divertido...
Tampoco serás capaz de adivinar lo que te espera tras el próximo cruce.

Pero... al fin y al cabo... eso es lo bonito de la vida.
Supongo.
Porque sería muy triste vivir de una manera tan monótona, sin sobresaltos, ni tropiezos, ni momentos de euforia.
Me temo que no manejamos al ciento por ciento lo que nos rodea.
Puede que ni al cincuenta por ciento. Sí, probablemente no seamos conscientes ni de la mitad de las cosas que conviven con nosotros. Esos pequeños detalles que no somos capaces de apreciar, y después resulta que lo significan todo.
Una mirada, una sonrisa, una palabra, un suspiro, un gesto. 
Así que déjate llevar. Pero sin pasarse. Puedes reír, salir, enamorarte, hacer amigos, quizás enemigos, aunque no lo recomiendo... es más, ¡tienes que hacerlo! Eso sí, aprovecha las oportunidades que se te presente la vida, y que surja lo que deba surgir. Será maravilloso. Espero que lo sea...
Diviértete con lo inesperado.

Es lo único que puedes hacer.